Razones para seguir latiendo

Tras finalizar el 38ª Congreso Federal del PSOE y ya enfriadas las emociones es momento de reflexión. 

A menudo la prensa suele hacerse eco de lo que denominan “luchas internas” dentro de nuestra organización o “nuestra familia”. Pero están equivocados. 

Nuestra familia no es una organización. Nuestra familia son los millones de ciudadanos de todas las regiones que conforman nuestro Estado. Todos los ciudadanos que conforman un mismo corazón que hace latir el pulso de nuestro presente y la respiración del mañana. 

Y no hay pulso más enérgico que el de la ciudadanía de Tavernes Blanques. Pero es una ciudadanía dormida a la cual hemos de despertar para recordarle todo el potencial que tiene. 

Algunos se empeñan en llamar a nuestra democracia interna “lucha interna”. No ha sido una “lucha interna” como si de un duelo a garrotazos se tratara. Esa no es nuestra lucha.

Nuestra lucha es la de cada día, ejerciendo el gobierno o la oposición. Porque eso es a lo que aspiramos, a que la voz del ciudadano -tu voz- no se quede en casa y que llegue a ser escuchada por cada uno de nosotros. Que todas las voces gritemos y construyamos un futuro para nosotros.
Y no hay voz más dulce que la de los ciudadanos de Tavernes Blanques.
Porque no hemos olvidado lo que somos y sabemos que tú tampoco lo has olvidado, porque en el fondo, todos somos la misma familia. Juntos hacemos que el futuro siga latiendo. 

Y, desafortunadamente, no hay futuro más incierto que el de los ciudadanos de Tavernes Blanques. 

Incierto por razones que hemos dejado claras en nuestros escritos decenas de veces: deuda y ruina de las arcas del Ayuntamiento, pasividad del Ayuntamiento ante los alumnos que están estudiando en condiciones infrahumanas, abandono de obras e infraestructuras, cientos de horas dedicadas a la “vaciar botellas” y “seguir el juego”... 

Puedo continuar, pero me temo que la lista es realmente larga y evidente. Queremos que el futuro siga latiendo. Queremos que tu futuro siga latiendo. Queremos que nuestro futuro siga latiendo. 

Y nosotros, solo nosotros estamos llamados a hacer que ese futuro pueda latir, y que lo haga más que nunca. Es la hora de despertar y movilizarse y no permitir que nos adormezcan como ciudadanos. Es la hora de despertar y demostrar que el futuro solo puede latir si lo hacemos todos, con todos, por todos, y para todos, y no para que unos pocos aseguren su presente a costa de nuestro futuro. 

Nuestros ideales tienen que ser ahora más fuertes que nunca. Detrás de cada uno de nosotros hay un ideal, y los ideales no entienden de crisis de la deuda, de prima de riesgo, de bancos... 

Nuestros ideales no entienden de esas cosas, nuestros ideales entienden de igualdad, solidaridad, justicia social, esfuerzo, humanidad... 

Con ellos, juntos seguiremos latiendo. Juntos conquistaremos el futuro. Juntos conquistamos el mañana.