sábado, 26 de marzo de 2011

Desmanes en la gestión inmobiliaria de Bancaja por el PP Valenciano



La superproducción de vivienda con el único fin de la especulación, es el responsable principal del actual paro y del endeudamiento en la mayoría de las familias en la Comunidad Valenciana. 



Parece como si la crisis no afectara a nuestra Comunidad Valenciana, ni que Uds. gobiernen en ella y que la  hayan llevado a la quiebra con su política del ladrillo sin fin, especulando con los precios, buscando el beneficio fácil e inmediato y boicoteando la vivienda de VPO, para que nada les molestase en sus operaciones con la LRAU, Ley Reguladora de la Actividad Urbanística y LUV, Ley Urbanística Valenciana. Pasando por encima de todo lo que se ponía en su camino, expropiaciones salvajes de los terrenos a precio de ganga, (como si de la Desamortización del PP se tratara) para después especular de forma desmedida. Esta es la principal causa del endeudamiento en la mayoría de las familias y el principal motivo del paro que generó esta burbuja inmobiliaria valenciana, (Con más del 10% de paro directo en la construcción) que fue provocada por un crédito sin control (hipotecas subprime) llevando a toda la sociedad a un sobreendeudamiento dramático.
Ahora mismo el número de viviendas  sin vender es aproximadamente de más de un millón, un agujero negro para la economía de todo el país que provoca que Bancos y Cajas estén sin fondos, y eso es su modo de entender “el desarrollo económico”.
“España necesita la política económica del PP para recuperar la Austeridad, el empleo y el crecimiento”.
Esta es su máxima que el PP pregona.
A todo esto le dan la vuelta para que parezca que la crisis financiera la hubieran provocado los socialistas. Quizás si se hubiese cortado a tiempo esa burbuja inmobiliaria no estaríamos lamentando la situación actual.
La especulación de los terrenos, que alcanzó el 500% entre 1997 y 2007, es ahora uno de los problemas con que se encuentran bancos y cajas que no se atreven a asumir que han perdido el 70% de lo que costaron en su día, y las ventas no se mueven porque los promotores limitan la rebaja de las viviendas al precio del importe del crédito. No es realista una reducción media del 20% en la edificación desde que estalló la crisis, que es la que reconocen los promotores. Empresarios y banqueros deben admitir su pérdida. Si se sigue tapando llegaremos al modelo japonés, que tardó 10 años en sacar la cabeza.
La inversión problemática del sector en construcción y promoción asciende a 180.800 millones, de los cuales los más problemáticos son 58.000 millones en créditos de sectores “débiles” y 70.000 millones “adjudicados y adquiridos” a cambio del pago de deudas de los promotores inmobiliarios. ¿Cuántos de estos casi 130.000 millones acabarán reconocidos como morosos?
Completar la reestructuración bancaria, clarificar la auténtica situación de bancos y cajas de ahorros con una información individualizada sobre el riesgo y exposición inmobiliaria, son las exigencias precisas para reducir la incertidumbre y devolver la credibilidad perdida, para que nuevamente fluya el crédito hacia la industria y las familias. Cumplir con los objetivos de déficit público y no despilfarrando el dinero como en su TV Valenciana y eventos varios.
Como muestra de sus desmanes está el grupo liderado por Caja Madrid y Bancaja,  con un déficit que ascendería a más de 26.000 millones de euros, un 14% del total de los activos inmobiliarios del Estado.  Una cifra sin parangón en todo el sistema financiero español, clasificada como “potencialmente problemática”. La enorme cifra se debe sobre todo a Bancaja, entidad presidida por José Luis Olivas del PP valenciano.
Estos son los problemas que realmente hay que abordar, porque parece que a los neo-progresistas del PP lo único que les importa es que a los representantes de los trabajadores se les excluya de la negociación colectiva en reforma laboral. (Que se os ve el pelo…)

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